Publicado por Chainsawesome Games el pasado 10 de enero, Aftercharge es un FPS que busca darle un giro a su propio género mediante el uso de una curiosa fórmula (que funciona por momentos), de la cual extenderemos los comentarios y la descripción, en los próximos párrafos. Este título fue publicado este mismo mes, se encuentra en español y lo puedes descargar para Steam y/o Xbox One.

Estamos frente a un proyecto -relativamente- pequeño, que apuesta completamente por su gameplay para cautivar a los jugadores. La mecánica de juego es la siguiente: eres asignado a un equipo de tres personas, el cual se enfrentará a otro equipo de tres jugadores, un equipo deberá defender diez reactores de energía mientras que el otro se obstinará con derribarlos.

Para ello, hay diferentes clases de jugadores, tanto para la ofensiva como la defensiva. Los que son asignados para quitar esos contenedores de energía, son invisibles y, únicamente, podrán ser detectados cuando sueltan algún golpe; sus clases cambian a los personajes con variaciones en su resistencia, velocidad y poderes especiales. Del otro lado, los personajes que defienden son un poco más uniformes y se encuentran muchos menos variantes, los principales cambios son en su arsenal de trampas y escudos que se pueden instalar y en la capacidad de auxiliar a los compañeros en combate.

Una última mecánica es que los jugadores que defienden necesitan recargar sus armas con los contenedores de energía, por lo que tampoco se pueden alejar mucho de ellos y pierden si se quedan con ellos. Paralelamente, los jugadores que atacan pierden si son derribados al mismo tiempo (existe la posibilidad de revivir compañeros caídos en batalla).

¿Qué fue lo que más me gustó del juego?

Aftercharge merece un reconocimiento porque de verdad se preocupó por no ser un shooter genérico e hizo su mayor apuesta en el desarrollo por convertirse en un título innovador, para ofrecer algo diferente a los jugadores. Debo reconocer que las primeras partidas que jugué en línea, me dejaron con un sabor agradable, pues se genera una extraña estrategia en equipo cuando, sobra la marcha, notas en qué puedes sumar al equipo, sin decir una sola palabra. Esa oportunidad de seguir tu camino en el juego mediante tu propio instinto, es muy divertido y los títulos más importantes, de este género, son aquellos que han logrado mantener la adrenalina al máximo, en cada batalla.

Otro buen detalle del juego es su diseño de mapas, en un cuanto a las zonas en las cuáles están dispersos los contenedores. Uno creería que en algunos mapas los jugadores que atacan tendrían cierta ventaja por que los que defienden no tienen los recursos para cubrir todas las zonas, sin embargo, en ninguna partida noté que fuera imposible defender -o atacar- contenedores de energía, al grado que varios equipos incluso apostaban por defender solamente dos o tres, pero de forma inteligente, estratégica y cerrando todos los espacios.

Finalmente, reconozco que es divertido y deja con un grato sabor de boca, cualquier partida que haya durado más de diez minutos por el constante intercambio entre ambos equipos, ganara quien ganara el combate.

¿Qué fue lo que menos me gustó del juego?

Lamentable, Aftercharge se siente como un título incompleto, al que le hubiera caído bien, tanto recursos como meses adicionales de desarrollo. Esta afirmación la sostengo porque sus personajes se sienten planos, no hay realmente mucha diferencia estética (y de valor) a la hora de elegirlos y lo mismo pasa con los escenarios, que no terminan por lucir. Aunque no fue mi caso, varios usuarios se sintieron decepcionados porque el modo igualado no estaba habilitado desde el primer día, algo que traigo a la mesa por mi previa afirmación.

En cuanto al gameplay, hay una falla importante en su diseño: la aburrida, tediosa y eterna espera que sufren los jugadores que defienden, cuando son eliminados. Es sumamente aburrido esperar a que otro compañero llegue a revivirte, si es lo que hace, en algún momento. No sé cuál pudo ser otro camino o elemento que se pudo integrar a este proyecto para que el tiempo de aburrimiento fuera menor, pues es aburrido y te deja a la suerte de tu equipo, quedar con la esperanza que alguien te rescatará.

Por último, algo que también desagrada es la introducción de elementos de pago para las microtransacciones del juego. Creo que lo que se puede comprar en la tienda virtual, como algunos elementos estéticos o musicales, está de más y si el equipo de Aftercharge quería generar ganancias a partir de un juego free-to-play, era más ambicioso apostar por pases de temporada, torneos exclusivos u otros “ganchos” que realmente tuvieran valor para los jugadores.

Veredicto | Aftercharge

Chainsawesome Games se esforzó por lograr que Aftercharge se convirtiera en un título llamativo para iniciar el año. Lamentable, no bastó su apuesta por agregar una interesante mecánica de defender y atacar contenedores pues tanto el diseño, como el desarrollo general del juego, se encuentran incompletos. Sus personajes en general se sienten vacíos y es un título que se beneficiará mucho de las actualizaciones que se vayan generando, a costa de los propios usuarios, mientras combate contra lo efímero que puede llegar a ser la comunidad de jugadores, con tantos lanzamientos del nivel, o superiores, a Aftercharge, a la vuelta de la esquina.

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arturo firma Nación Pix